ASSASSIN'S CREED STORY
LA ROSA DEL EDEN
15 de julio del año del Señor de 1801
Napoleón lleva tres años al frente del Consulado. El gobierno colegiado de tres cónsules no es más que una pantomima creada por el propio Bonaparte, pues es el "hombre fuerte" del gobierno. Los Templarios manejan el gobierno, pero me temo que Napoleón no se deja manejar como ellos hubieran deseado. Su ambición es superior incluso a la del Temple. Aún así... mientras les sirva lo mantendrán en el poder. Los Assassins estamos en su círculo más selecto y hemos infiltrado a nuestro hermano Alan entre el generalato que aconseja al Cónsul. Ha conseguido convencer a Bonaparte de la necesidad de un acercamiento a Roma... y hoy si todo va bien se hará realidad la firma de un Concordato con la Santa Sede...
¡Señor! Debe comprobar antes de firmar el Concordato las claúsulas que vuestra vuecencia consideró propias de la relación entre dos Estados independientes bajo las bases del respeto mutuo. Deben estar escrupulosamente y exactamente bien redactadas para no parecer que deseamos imponernos al Papa Pío VII o de lo contrario no firmará y Francia nunca será reconocida como un Estado de pleno derecho.
Mi querido Alan, quiero tanto como vos ese acuerdo, pero no a condición de una injerencia papal en el gobierno. Seguiremos siendo una república laica, para ello haré una serie de concesiones que Roma no rechazará ¡el Pueblo confía en mi y no les defraudaré!
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06 de mayo del año del Señor de 1804
Napoleón se ha declarado Cónsul Vitalicio, en esencia un dictador, pero ha realizado importantes avances progresistas para Francia ¡Es más amado que nunca por su pueblo! Desde que expulsó de su circulo privado Joseph fouché, creemos que agente templario, el emperador ha dado paz y estabilidad a la República. Desde hace meses nuestro infiltrado Alan está teniendo problemas para acceder a Bonaparte, en cambio se le ve en privado con un nuevo consejero, una mujer que no es Josefina... ¡Mucho me temo que la conocemos...! algo se está fraguando en secreto entre Napoleón y su nueva consejera o amante... sea lo que sea pone en peligro a Francia y posiblemente a la paz de Europa.
Hermanos, no desconfiéis me envía el Gran Maestre Mayor, soy camarera de Josefina, la esposa del Cónsul Vitalicio. Me temo que las visitas que esta recibiendo su Señoría son de Élise y está influenciando a Bonaparte. Madame guarda silencio pero se que algo importante se avecina y ella ya lo sabe porque está reformando todo su vestuario...
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